DE NIEVES Y ARBORECERES

“Hay también un gesto melancólico que se escucha a través de estas esculturas, contundentes y ligeras a un mismo tiempo. Como si la autora estuviese inmersa en una rememoración incesante de ciertas imágenes pretéritas que insisten en ella, buscando su expresión. Como  si una memoria muscular arcaica condujese sus dedos y sus brazos hasta esculpir materiales, hasta lograr domesticarlos en busca de un paisaje interior. Una memoria muscular que busca, una  vez y otra, el reencuentro con el idealizado paisaje de la infancia: El domus, La casa y la tierra.”

Lola López Mondejar